Principios y fundamentos

Es un lugar donde los niños acompañados de un adulto pueden ser acogidos y escuchados.

El adulto acompañante se queda con el niño durante el periodo de acogida.
Las familias acuden de forma anónima, sin registrarse, para detenerse un momento, callar o hablar, ser escuchadas y volver a marcharse. Se hace hincapié en hablar en todas sus formas, escuchar, compartir, descubrir y jugar.

Es un lugar de socialización donde los niños pueden experimentar la vida con otros niños y adultos, y aprender las normas que los estructuran y socializan. Si los niños saben que tienen seguridad emocional, se sienten confiados y se lanzan espontáneamente a descubrir el mundo y a los demás.

Es un lugar donde los adultos pueden reunirse en un ambiente cálido y acogedor que fomenta los encuentros, los intercambios y la solidaridad.

En cada apertura, dos recepcionistas profesionales de los ámbitos social, psicológico y educativo ofrecen escucha y garantizan el anonimato.

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